Es tan doloroso ver a uno de nosotros caer, ver a alguien cercano, un amigo o un familiar perdido. Cuando amamos mucho a esa persona, deseamos arrancarle de raíz todo dolor o sufrimiento que tenga, y ojalá ser capaces de absorberlo. Estamos dispuestos a sufrir por ellos, todo para que se sientan bien y plenos. Pero sabemos que no podemos hacer eso. Estamos en un mundo en donde nos toca sufrir o ver a los demás sufrir. Ese pensamiento parece oscuro, y pareciera que, no importa por dónde lo veamos, somos miserables en este mundo. Pero no es así. No podemos desaparecer el sufrimiento de las personas que amamos, pero sí podemos apoyar, mostrar lo mucho que nos importan e involucrarnos. Ser un rayo de sol en la oscuridad, así como los demás lo serán cuando seamos nosotros los que suframos. Todos somos desdichados, pero estamos en este mundo para aprender a superar las desdichas, y juntos, lo hace más sencillo.
Tiphanie Zúñiga Rivera