Pienso que para una persona que desea crecer en cualquier aspecto, es de gran ayuda el tener un padrino, es decir, una figura del que se pueda aprender y recibir apoyo. Esta idea ya la había leído en vario libros en mi búsqueda de crecimiento personal, y quedó grabada en mi mente una frase: “si quieres ser un águila, no puedes estar con las gallinas” por lo que decidí buscar a alguien con una gran experiencia de vida, una persona que haya cumplido sus metas, pero que sea capaz de abrazar sus fracasos.
Con el tiempo, aparecieron dos personas bellísimas en mi vida, una pareja. Recuerdo el día que llegué a su casa, apenas los conocí, vi en ellos algo especial, y ahí decidí que serían ellos quienes me ayudarían, y fui sincero con ellos, les dije “busco información, pero información de vida” ellos estaban sorprendidos con lo que les dije, pero a partir de ese día, se formó una linda amistad. Hoy, vivo muy agradecido por contar con ellos. Siempre me cuentan historias y experiencias de las que aprendo mucho.
Para llegar al éxito también es clave rodearse de los mejores, porque a través de ellos, Dios puede mandarnos la respuesta de nuestros problemas.
Tiphanie Zúñiga Rivera